Su palmeral exótico y misterioso, le da un toque lejano, diferente a cualquier lugar de la provincia. Perderse entre ellas o en su bosque de eucaliptos es una grata experiencia para nuestros sentidos, para nuestra imaginación. Parece que entre el palmeral nos saldrá algún comerciante de sedas o León el africano. Cuando el viento sopla por ellas, el rumor producido nos llega a confundir con el del agua.
Fue refugio de monfíes, moriscos foragidos que se escondían por la serranía y se dedicaban al bandolerismo.
Su balneario de agua a 58ºC nos cuidará la piel y la salud, su paisaje nos deleitará .